Intoxicado por tu fragancia
atrapado por tu resplandor.
Única; eres ciega a tu propio brillo
encantadora, humilde, tímida.
Piel que me hace llorar,
eres la única que aún adoro.
¿Recuerdas cuando me hiciste a un lado?
¿Sabías que tu olvido
me ha dejado envenenado hasta la médula?
Así que mantuve tus pétalos bajo llave,
ocultos en un frasco.
El tiempo pasa, pero aún sigues
persiguiéndome cuando te miro desde lejos.
El veneno se desvaneció, pero la mancha
permaneció.
Me volviste adicto a las cicatrices
y todas las noches rezo
“Te superaré”.
El amor por ti me mantuvo en bares.
Pero querida, no eres la única culpable,
soy yo quien está avergonzado.
Porque cuando un corazón es un volcán,
nada florece
así que envío llamados silenciosos a la luna.
Para ti, soy tus cinco meses de otoño,
pero, ¿sabías?
Eres mis cuatro estaciones de primavera.
Marzo está aquí, y todavía espero
el día en que florezcas.
Como mi amor por ti, que todavía se avecina.
Narciso pequeño y frágil,
pensaste que eras especial
lamentablemente no lo eres,
incluso te faltan las cosas más simples
que tienen las malas hierbas.
Te ves como una pieza inacabada que Dios olvidó.
¿Por qué te esfuerzas tanto
por ser esa hermosa rosa?
Porque parece ser que todos menos tú sabe
que es difícil ser un dulce, dulce narciso,
pero eso es lo que eres.